Te necesito. Te extraño. Te busco con la mirada entre tanta gente que me resulta desconocida.
Te encontré.
Yo enamorada de ese que me arrancó de tus brazos. Sin embargo no hay nada que me detenga a escaprme del mundo, de tu mano. Sólo un rato, para irme de eso nuevo que me asusta y poder sentirme segura en eso tan conocido como tus besos.
Y así mil noches con él y con vos. Con mi cabeza que no para de preguntarle al corazon "¿qué buscas?, ¿qué queres?". El corazón sin dar respuesta.

Te pedí por favor que tu fisonomía de hombre perfecto no se cruzara ante mis ojos. Lo hiciste.
Te pedí por favor que nos diéramos un encuentro más. Lo hiciste.
Te pedí por favor que tu fisonomía de hombre perfecto no se cruzara ante mis ojos. Lo hiciste.
Te pedí por favor que nos diéramos un encuentro más. Lo hiciste.
Me pediste por favor que no vuelva a pedirte. Lo hice.

De una forma u otra aprendí a no buscarte y a quedarme con él. Con sus flores y sus canciones, con sus paseos en bicicleta.
AHORA... FELIZ